Por: Pedro J.
Brissón
20-01-2012
La
llamada del compañero de radio Andrés Souza daba otro toletazo a mi
capacidad de reacción, “ha muerto Juan Cabrera Santana”,
me lo comunicaba con un día de retraso y ese martes en cuestión
(15-01-2013) ya lo estaban incinerando. Durante esa larga jornada
laboral me costó cuadrarme y poner mi mejor cara, ya que uno intenta
no influir negativamente en el trabajo, aunque debo reconocer que en
más de una ocasión me quedé en blanco.
A este
gran intelectual y referente canario, lo conocí mejor cuando me dio
la oportunidad de compartir horas de tertulia en el programa
radiofónico “Hablando en Canario”, en el cual, el maestro D.
Juan Cabrera hacía las labores de director y comunicador, sus dotes
comunicativas, memoria y amplia cultura le daban el peso y la
argumentación necesaria para hablar de cualquier tema relacionado
con Canarias.
Siendo
secretario de la Escuela Luján Pérez, participó en “Apuntes para
la Historia de la Educación en Canarias”, ejemplar que me regaló
junto a todos los artículos que bajo el epígrafe “El transistor
de papel” y publicado por el desaparecido Diario de Las Palmas me
compiló y confió por el gran interés que tenía por su obra.
Además era gran conocedor de tolo lo relacionado con Juan Negrín,
por suerte y también de su mano, me transmitió todo su saber sobre
este personaje en una compilación de artículos en un volumen que
tituló de la siguiente manera: “Negrín – Precursor de la lucha
antinazifascista”.
Este
amante y defensor de la Vela Latina, tenía varios proyectos que
debían de haber visto la luz editorial, entre ellos, destacaba un
trabajo importantísimo sobre las aguas y territorio de Canarias,
pero por desgracia se lo llevó con él, ese trabajo en cuestión
estaba muy bien planificado y desarrollado en su cabeza, aunque
desconozco si dejó algunos apuntes al respecto, ya que tenía y
confiaba en su capaz e increíble memoria.
En los
últimos años de su vida las piernas empezaron a fallarle, tuvo que
dejar con amargura Radio Juventud por la cantidad de escalones que
había de subir por esa insufrible (para él) escalera. Pero nos
seguía a través de las ondas, siempre con el transistor o aparato
de radio desde su casa, a veces, intervenía a nuestro rescate, como
el maestro cariñoso que sufre si ve a sus alumnos dudando o sin
respuesta. Y acudía telefónicamente respondiendo, argumentando o
juzgando si terciaba, porque la incuestionable verdad, unida a la
información veraz y a la honestidad; caminaban conjuntamente bajo la
capacidad analítica y honrosa de D. Juan Cabrera.
Por
suerte y a finales de 2012 le dieron el Premio MOVECAN a toda una
vida dedicada a la defensa de las Islas Canarias, no era la primera
vez que le concedían algún reconocimiento, pero si es cierto que
por sus ideas libertarias lo quisieron anular y llevar al ostracismo,
algo que no consiguieron ni conseguirán jamás, ya que su obra esta
ahí y será perdurable en el tiempo, el hecho de que no esté
físicamente con nosotros no significa que sus valientes huellas las
puedan borrar. Su recuerdo está y será perenne.
Por
último quiero dar mi más sincero pésame a su familia, pero a la
vez, quiero darles todo mi apoyo y agradecimiento, porque desde el
amor a su persona y el aprecio a su obra y trabajo lo arroparon hasta
su último aliento, dándole el cariño, la motivación y los medios;
para que siguiera su intelecto fecundo y brillando; gracias a esta
dedicación exclusiva del amor y el respeto, el compañero y amigo D.
Juan Cabrera Santana pudo seguir con su intachable trayectoria de
información contrastada y contestataria, advirtiéndonos y
dedicándonos solidariamente casi todo su tiempo con una serie de
artículos que siguen viendo la luz a través de su página de
facebook.
¡Descanse
en paz D. Juan Cabrera Santana!