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HOMENAJE A LAS CIGARRERAS.

Foto: FEDAC

            Con este artículo quiero mostrar mi más firme homenaje a Tomasa Gutiérrez, Balbina García e Isabel Álvarez, desgraciadamente, a muy pocos le dirá algo estos nombre pero son una parte muy importante de nuestra historia y de la lucha de hombres y mujeres para que no haya ningún tipo de discriminación sexista.
            La sociedad de principios del siglo XX, era una sociedad extremadamente machista, estando prohibido para las mujeres participar en muchos aspectos de la vida social, basta recordar el oficio recibido en la “Revista Blanca” notificando la suspensión de la publicación, porque la dirección era desarrollada por una mujer, en este caso, Teresa Mañé tuvo que cesar su actividad, o al menos hacerla aparente, para que la revista pudiera seguir publicándose.
            Pues en ese ambiente tan poco propicio, la Asociación Obrera de Canarias, dio un ejemplo histórico, desde su constitución en agosto de 1900 hubo mujeres en sus órganos directivos, en esta situación se encontró TOMASA GUTIERREZ, representante de los cigarreros y cigarreras, en el gremio del tabaco y en la Comisión Gestora de la Asociación.    
            El papel de este gremio en la Asociación fue espectacular, entre muchos temas por la organización que llegó a tener y por los objetivos que consiguieron con su tenacidad. Antes de organizarse, la situación de estos trabajadores y trabajadoras presentaba unas pésimas condiciones, agravadas justo a finales del siglo XIX por la desaparición de alguna fabrica de importancia lo que conllevo a una bajada generalizada de salarios por el exceso de personas en este sector, por cada 100 cigarros elaborados se le pagaba 2.50 reales de vellón y posteriormente pasó a 2.00 reales de vellón por el mismo trabajo, esto sumado a una jornada de trabajo que ocupaba todo el día y que el trabajo era realizado en parte, por niñas desde muy corta edad, trajo consigo movilizaciones por parte de las personas del gremio, según algunos periódicos de la época, los capataces de las fabricas insultaban a las trabajadoras por el simple hecho de que siendo mujeres asistieran a reuniones, José Zamorano Villar dueño de una fabrica llegó a amenazar con traer 50 operarias de Sevilla para sustituir a las cigarreras canarias, hay que tener en cuenta que en todo este ambiente se nombra en abril de 1901 a Isabel Álvarez, a Balbina García y a Antonio Llombet como representantes y negociadores por parte del gremio, con lo que los que decían públicamente que las mujeres no podían asistir a reuniones, tuvieron entre otras cosas que negociar con una representación compuesta por 2 mujeres. Hay que decir  que estas movilizaciones obtuvieron un resultado bastante positivo para lo esperado, la situación sin llegar a ser la idónea, mejoró en algunos aspectos, incluso en algunas fabricas las operarias se mostraban “satisfechas y contentas y elogian con entusiasmo los bondadosos sentimientos de dicho señor”, refiriéndose a la fábrica de Juan Torres Rodríguez.
Gracias al esfuerzo de Tomasa, de Balbina, de Isabel y de tantas otras personas. A principios del Siglo XXI, por ejemplo, Nira, nacida un 8 de marzo de un año a finales del siglo pasado, puede cumplir años con toda normalidad, disfrutando plenamente de su adolescencia. Gracias a ellos y ellas, Nira hoy pudo despertarse a la misma hora que sus hermanos, para en las mismas condiciones y con las mismas posibilidades poder asistir a clase en el mismo instituto.
            Queda mucho por hacer, pero debemos de reconocer que lo que se ha conseguido tiene su valor porque precisamente no ha sido absolutamente fácil, por eso reitero mi agradecimiento y mi homenaje.
                                              
                                               Fdo. Jorge Pulido Santana.